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Metodología para implicar al paciente en la evaluación de tecnologías sanitarias

By 19 julio, 2016 julio 29th, 2016 No Comments
Evaluación de Tecnologías Sanitarias

Un equipo de investigación multidisciplinar busca una metodología para implicar al paciente en la evaluación de tecnologías sanitarias. Las tecnologías en salud han crecido y siguen creciendo. Mantener el sistema sanitario necesita conocer la relevancia de esas nuevas tecnologías para decidir si finalmente se incorporan o no a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. Para saber cuáles de ellas son las más eficientes resulta importante que todos los agentes del sistema participen en el mismo. Por ello, la opinión de los pacientes y consumidores de las tecnologías. Este estudio se va a desarrollar en el marco de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS) y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud, financiadas por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Este protocolo recoge los objetivos y la metodología inicialmente previstos.

El grupo multidisciplinar del Servicio de Evaluación y Planificación formado por médicos, psicólogos, sociólogos y economistas, quieren establecer una metodología que ayude a los evaluadores de servicios sanitarios de los Servicios de Salud a la hora de tomar decisiones sobre esta cuestión. El equipo lo integran miembros de la Fundación Canaria de Investigación Sanitaria (FUNCANIS), la Red de Investigación en Servicios de Salud en Enfermedades Crónicas (REDISSEC), del Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias (CIBICAN) y del Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud (SESCS).

La evaluación de tecnología sanitaria (ETS) se ha descrito como un proceso multidisciplinar que sintetiza información sobre aspectos clínicos, económicos, sociales y éticos relacionados con el uso de una tecnología de una forma sistemática, transparente, robusta, tratando de minimizar lo máximo posible los sesgos, basándose en las mejores evidencias disponibles. Sus objetivos son informar la toma de decisiones y apoyar la puesta en marcha de políticas sanitarias seguras, efectivas, costo-efectivas y centradas en el paciente. Los informes de ETS en España tienen por tanto como audiencia principal a los responsables de la toma de decisiones en el ámbito sanitario. Progresivamente, el interés, utilidad y aplicabilidad de los informes de ETS se extiende desde los niveles de política, gestión y atención sanitaria, hasta los usuarios, pacientes y cuidadores.

La metodología utilizada en la ETS está principalmente basada en la revisión sistemática de las evidencias presentes en la literatura científica. Los informes de ETS son generalmente elaborados por un grupo técnico, expertos en evaluación, que planifica, coordina y redacta el informe y un Consejo Asesor, generalmente médicos clínicos, que aporta su conocimiento para la planificación.

Sabiendo la opinión de los pacientes, consumidores usuarios y cuidadores resulta más fácil poner en marcha políticas sanitarias seguras, efectivas, costo-efectivas y centradas en sus intereses y preocupaciones. La investigación comenzó el pasado mes de febrero y planea terminar en diciembre.

Este equipo multidisciplinar explica que “los pacientes, los cuidadores y consumidores pueden contribuir enormemente a la toma de decisiones. En primer lugar, los usuarios pueden establecer prioridades en torno a las tecnologías. Pueden decidir si una tecnología es relevante para ellos o no. De esta manera, el campo de visión se amplía más allá de la simple opinión de expertos de comunidades científicas y sanitarias”.

Por otra parte, al ser los usuarios los primeros que se benefician de las tecnologías, son los que mejor entienden sus efectos en la salud y en la calidad de vida. De esta manera, también pueden añadir la “perspectiva del paciente”, algo que solo ocurre cuando conocen la enfermedad y saben qué tecnologías han resultado útiles durante su tratamiento o recuperación. Toda esta información amplía el conocimiento de los expertos que muchas veces no alcanzar a dimensionar profundamente los riesgos y beneficios de las opciones de los tratamientos, así como sus efectos secundarios.

Finalmente, los pacientes, cuidadores y consumidores pueden contribuir al proceso de evaluación desde la formulación de la pregunta de investigación y las medidas de resultado hasta la revisión de la literatura o la producción de las recomendaciones. Y es que este grupo puede participar en la definición de la carga de la enfermedad asociada a la tecnología a evaluar, el impacto clínico potencial, las repercusiones económicas potenciales, el impacto económico de la tecnología sobre el presupuesto disponible, la disponibilidad de evidencia sobre tecnología o la presencia de alternativas. Aunque ya está bastante avanzada la investigación, aún se deberá esperar a diciembre para disponer del material completo que aporta el informe y que podrá utilizarse como guía metodológica para incluir a la ciudadanía en este tipo de actividades.