El Día Internacional del Autocuidado se celebra el 24 de julio de cada año para destacar la importancia del cuidado personal. Inicialmente, este día fue promovido por la International Self-Care Foundation (ISF) y rápidamente recibió el apoyo de diversas organizaciones, como la Global Self-care Federation (GSCF) y la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP).
ORIGEN:
Su origen se encuentra en la Teoría del Déficit de Autocuidado de Dorothea Elizabeth Orem (1914-2007), una enfermera estadounidense que, en el siglo XX, desarrolló un enfoque fundamental para la calidad del cuidado de pacientes y ciudadanía en general. Esta teoría se centra en la “capacidad de cada individuo para cuidarse a sí mismo”, definiendo también como autocuidado “todas aquellas prácticas y actividades que las personas inician y realizan por sí mismas para mantener la vida, la salud y el bienestar” (Orem’s Self-Care Deficit Nursing Theory – Nursing Theory (nursing-theory.org)).
EN LA PRACTICA:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autocuidado implica una rutina diaria de hábitos saludables en la que la persona se prioriza y se cuida en todos los aspectos: físicos, mentales, emocionales e interpersonales. En ellos, se pueden identificar siete estándares esenciales para mantener una integridad funcional de la persona:
1- Informarse sobre la salud para tomar decisiones adecuadas
2- Cuidar el bienestar mental y emocional
3- Practicar actividad física regularmente
4- Seguir una dieta nutritiva y equilibrada
5- Prevenir el riesgo de enfermedades (alejándose de las sustancias dañinas)
6- Mantener una buena higiene personal
7- Utilizar responsablemente los medicamentos (What is Self Care – International Self-Care Foundation (isfglobal.org)).
¿QUÉ PODEMOS AÑADIR?
En la era digital, el autocuidado se transforma y genera nuevas necesidades. En este contexto, las acciones individuales deben orientarse al bienestar de las personas mediante:
1- La promoción de una relación saludable con las tecnologías.
2- El cuidado de la privacidad y la seguridad en línea
3- El establecimiento de límites en el contenido que se consume para protegerse.
Estas prácticas, junto a las pautas generales, son claves para alcanzar una mayor calidad y esperanza de vida.
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