Diabetes y nutrición

La nutrición y la actividad física constituyen dos pilares fundamentales que forman parte del tratamiento en cualquier condición de salud y, especialmente, en la diabetes. Mantener un estilo físico activo, ajustado a las necesidades y preferencias individuales, así como seguir un plan de alimentación saludable, puede ser de ayuda para mantener el nivel de glucosa en sangre equilibrado. En este sentido, prestar especial atención a qué, cómo, cuánto y cuándo comer es un requisito necesario que forma parte del plan de alimentación de la diabetes y de la evolución de la misma.

Por otro lado, el plan de actividad física de la diabetes también permite mantener el nivel de glucosa en sangre dentro de los valores recomendados por el equipo de profesionales de la salud que asisten a personas con diabetes (i.e. profesionales de atención primaria, endocrinología, enfermería) además de ayudar a prevenir o ralentizar la evolución de posibles complicaciones asociadas a la diabetes (i.e. daño o insuficiencia renal, alta presión sanguínea, retinopatía diabética, etc.).

Generalmente, parte del plan de tratamiento para la diabetes consiste en llevar a cabo un cambio de hábitos alimentarios y físicos, acudir a controles periódicos de forma regular, o detectar de forma precoz posibles complicaciones asociadas a la diabetes. En algunas personas, la gestión y aplicación de estos cambios pueden resultar una tarea compleja. A continuación, te ofrecemos una serie de recomendaciones orientadas a la gestión de la nutrición y de la actividad física para personas con diabetes:

Mantén un plan de alimentación saludable con todos los nutrientes necesarios. Consulta con tus profesionales de la salud qué alimentos son los más recomendados según tus necesidades y preferencias.
Comienza por pequeños cambios en tus hábitos del día a día haciendo partícipe a tu círculo más cercano (i.e. pareja, familia, amistades, etc.).
Modera en tu plan de alimentación el consumo de alcohol y sal y elimina alimentos ultra procesados.
Incluye frutas y verduras diariamente en tus comidas.
Intenta mantener un peso ideal o lo más cercano posible a éste.
Reparte las ingestas de alimentos en 4-6 comidas al día. Pregunta a los profesionales que te asisten si tienes dudas de cómo hacerlo.
Incrementa, de forma progresiva, tu nivel de actividad física.
Escoge alguna actividad al aire libre que te guste y/o que puedas compartir con alguien de confianza (i.e. pasear, caminar, etc.).
Planea, junto a tus profesionales, una nueva rutina de ejercicio, sobre todo si tienes otros problemas de salud asociados.
Infórmate sobre las posibles complicaciones asociadas a la diabetes, con el fin de prevenirlas o retrasarlas. Pregunta a tus profesionales de la salud que te atienden qué pautas puedes seguir.