La cardiopatía isquémica sigue siendo un gran problema de salud pública, debido en parte, a su alto índice de mortalidad. “Según los datos del INE, en 2020, 29.654 personas fallecieron con cardiopatía isquémica en España”. Esta enfermedad cardiovascular se genera por la arteriosclerosis de las arterias coronarias, las encargadas de ofrecer sangre al músculo cardiaco (miocardio). De este modo, cuando se provoca una formación de grasas y linfocitos en las arterias coronarias, se produce un estrechamiento de éstas, pudiendo dar lugar al accidente cerebrovascular.
Una cardiopatía isquémica trae consigo una variedad de cambios emocionales, conductuales y cognitivos inesperados, angustiosos y, a menudo, debilitantes, conocidos como “tristeza cardíaca”. Normalmente, las personas suelen sentirse conmocionadas, temerosas, tristes o ansiosas después de un evento cardíaco. Los síntomas pueden incluir trastornos del sueño, pesadillas, estado de ánimo bajo o deprimido, preocupaciones sobre los cambios de roles en el contexto de la persona, pérdida del placer de las actividades habituales o pesimismo sobre el futuro. Estos síntomas, en su conjunto, pueden llevar a la persona con cardiopatía isquémica a sentir estados de “agotamiento mental y emocional”. Por este motivo, cuidar la salud mental y emocional se convierte en una estrategia fundamental después de una cardiopatía isquémica.
A continuación, te ofrecemos una serie de recomendaciones generales, adaptadas de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, para cuidar tu salud mental y emocional después de un evento cardíaco:
- Toma la vida con más calma: realiza actividades habituales (caminar, comer, hablar, etc.) sin la sensación de “urgencia” o la “prisa por hacerlas”.
- Sé más asertivo/a: intenta gestionar la preocupación excesiva por cumplir con todos las tareas establecidas de una forma asertiva, diciendo “ahora no puedo” ó “reestructurando el plan/actividades de forma realista”.
- Trata de disfrutar de las pequeñas cosas del día a día: disfruta de las actividades agradables que conforman el día a día (pintar, pasear, charlar con amigos/as, etc.).
- Aprende a relajarte: es fundamental aprender técnicas de relajación para disminuir el agotamiento mental y emocional y mejorar la calidad de vida.
- Disfruta de tus relaciones sociales: desarrolla relaciones sociales y familiares de calidad, y únete a otros grupos u organizaciones que hayan pasado lo mismo que tú para conocer otros puntos de vista y afrontamiento de la cardiopatía.
- Gestiona los sucesos de forma diferente: evita situaciones que puedan generar estados de tensión nerviosa.
- Busca ayuda psicológica: apóyate en tus profesionales sanitarios para adquirir estrategias y herramientas que te permitan gestionar los cambios emocionales, cognitivos y conductuales, propios de la cardiopatía.
Referencias:
Instituto Nacional de Estadística- Cifras 2020
Fundación Española del Corazón- Cardiopatía Isquémica
