
Escrito por Lena Arnal Artiaga
Una báscula que va más allá de los kilos
¿Sabías que hoy puedes subirte a una báscula y que, además del peso, te diga cuánta grasa, agua y músculo tienes en tu cuerpo? Eso es lo que hace la bioimpedancia eléctrica.
Este método aprovecha una corriente eléctrica muy pequeña —tan débil que no se siente— para “mirar” dentro del cuerpo. El agua y el músculo conducen bien la electricidad, mientras que la grasa la frena. Con esas diferencias, el aparato calcula una estimación de la composición corporal.
En la práctica, funciona como una báscula: colocas los pies en unas placas metálicas (y en algunos modelos también las manos en electrodos) y, en pocos segundos, aparecen los resultados.
¿Dónde se utiliza?
Hoy en día, se emplea sobre todo en hospitales, especialmente en especialidades como la endocrinología y nutrición, y también en el deporte de élite. Imagina un atleta que pesa lo mismo en dos revisiones: una báscula normal no detectaría cambios, pero la bioimpedancia sí muestra si pierde grasa y gana músculo.
¿Por qué no se usa en tu centro de salud?
Es posible que nunca te hayan ofrecido esta prueba en tu centro de salud. ¿Por qué? Porque, según la evidencia disponible, en atención primaria la bioimpedancia no ofrece ventajas claras frente a herramientas más simples, rápidas y baratas como:
- Índice de masa corporal (IMC): relaciona peso y altura, aunque no distingue entre músculo y grasa.
- Circunferencia de la cintura: mide la grasa abdominal, relacionada con el riesgo para órganos vitales.
- Relación cintura-altura: ajusta la medida anterior a la altura de la persona y mejora la precisión.
Usadas en conjunto, estas medidas permiten a los profesionales predecir futuros riesgos en salud como diabetes, hipertensión o infartos, sin necesidad de equipos caros.
El coste también importa
Dotar a todos los centros de salud con aparatos de bioimpedancia sería muy costoso y, según lo que sabemos hasta ahora, no mejoraría la prevención de riesgos. Por eso, hoy en día, su uso se reserva a hospitales y contextos más especializados.
El verdadero reto: la epidemia mundial
En España, los datos de 2022 muestran que casi 4 de cada 10 adultos tienen sobrepeso y 1 de cada 6 padece obesidad. La OMS reconoce al sobrepeso y la obesidad como un problema global, con consecuencias graves: mayor riesgo de diabetes, hipertensión, ictus e incluso algunos tipos de cáncer.
Hábitos que sí marcan la diferencia
La bioimpedancia puede ser útil en hospitales o en el deporte de élite. Pero para la mayoría, la clave está más cerca: moverse a diario, comer de forma equilibrada, dormir bien y acudir a las revisiones médicas.
No se trata tanto de tener la báscula más moderna, sino de construir hábitos que cuiden tu salud a largo plazo.
Hablar de salud siempre es hablar de lo que más nos importa: nuestro bienestar y el de quienes queremos. Si esta información te ha parecido útil, compártela. A veces, una conversación sencilla es el primer paso para cuidarnos mejor entre todos.
¿A ti, te interesa saber de qué está hecho tu cuerpo?