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Lilisbeth Perestelo expone la necesidad de integrar las Herramientas de Ayuda para la Toma de Decisiones en el sistema sanitario

By 24 junio, 2016 agosto 30th, 2016 No Comments
HATD en sanidad

Las Herramientas de Ayuda para la Toma de Decisiones (HATD) ofrecen información al paciente de un modo comprensible y adaptado a sus necesidades. Con ello, se beneficia el entendimiento mutuo entre paciente y sanitario, a la hora de tomar “decisiones compartidas”. El paciente será más consciente de su propio estado de salud, podrá tener claros sus valores, y elegir sus preferencias de cara a los tratamientos. Estas ideas fueron defendidas por Lilisbeth Perestelo Pérez del Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud (SESCS) —especialista en Terapia de Conducta e investigadora en Evaluación de Servicios Sanitarios—, el pasado 9 de junio en su presentación ‘De la evidencia a la Toma de Decisiones Clínicas’ en el 36º Congreso SemFYC, en La Coruña. Desde esa misma perspectiva presentó el “Marco Conceptual de la Participación: ¿Para qué y por qué de la participación? en la jornada ‘El desafío de la participación en Salud: Integrando Perspectivas’ de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que tuvo lugar el pasado 14 de junio.

Como deja de manifiesto Perestelo, gracias a las HATD “se habla con los pacientes, y no para los pacientes”. Los principios del cuidado centrado en la persona son: coordinar, personalizar y posibilitar el cuidado, junto con un trato digno, compasivo y respetuoso. La clave es tratar al paciente como a un igual, mantenerlo informado sobre su estado de salud, puesto que es a él a quien principalmente concierne la elección. En numerosas ocasiones no existe una “mejor” opción fácilmente identificable, por ello es preciso poner a su alcance el abanico de posibilidades de las que dispone, y asegurarnos de explicarle en un lenguaje entendible en qué consiste cada una.

Cuando los pacientes quedan insatisfechos con el cuidado y la atención sanitaria recibida, a menudo es debido a la desinformación o falta de información en que están sumidos. La mayoría de los pacientes desea disponer de más datos y descripciones sobre su condición, así como una mayor participación en el proceso de toma de decisiones.

Como explica Lilisbeth Perestelo, existen distintos tipos de apoyo para la toma de decisiones que se pueden complementar, como las guías de prácticas clínicas y las herramientas de ayuda. Las primeras van más enfocadas hacia los clínicos, mientras que las segundas hacia los pacientes. Ambas se basan en la evidencia científica, y mientras en las guías de prácticas clínicas se hacen recomendaciones, en las herramientas de ayuda se ofrecen las opciones, los riesgos y beneficios de las mismas, con el fin de ofrecer las alternativas disponibles y para que el paciente incorpore sus valores y preferencias en el proceso de toma de decisiones. En este sentido, las herramientas de ayuda abrazan un sistema conjunto, mientras que en las guías de prácticas clínicas la voz la lleva el profesional médico en solitario.

Se recomienda tener en cuenta ciertos aspectos ante la toma de decisiones compartida. Primero, fortalecer la relación de confianza con el paciente; y en segundo lugar, explorar  e identificar las preferencias del paciente sobre la información que desea recibir, ya sea en cuanto a la cantidad, el formato, etc. También es necesario definir de antemano el papel que desea ocupar el paciente en el proceso, como el nivel de riesgo a asumir, o la modalidad de participación, si pretende incorporar a familiares y amigos, etc. Es de vital importancia responder a las ideas, preocupaciones y expectativas que el paciente manifieste, así como identificar las opciones y valorar la evidencia en su contexto. Concluye Perestelo que “todas las opciones han de ser expuestas y negociadas en conjunto, además de acordar el plan de acción y el seguimiento a realizar”.