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¿Elegir tratamiento? ¡Tenemos herramientas: HATD!

Herramienta para la Toma de Decisiones Compartida (HATD)

Es un hecho que pacientes y profesionales sanitarios se enfrentan continuamente a decisiones sobre qué procedimientos diagnósticos o terapéuticos elegir y constantemente se escucha la pregunta ¿Cómo elegir el mejor tratamiento? Por ello, en la respuesta ya es necesario informar al paciente para incorporar sus valores y preferencias en una Toma de Decisiones Compartida (TDC). Se puede llevar a la práctica con diferentes estrategias o intervenciones que facilitan significativamente el proceso, siendo un buen ejemplo de ellas las Herramientas de Ayuda para la Toma de Decisiones (HATD).

La doctora en Psicología Clínica y de la Salud y técnico de investigación de la Fundación Canaria de Investigación Sanitaria (FUNCANIS), Jeanette Pérez Ramos, explicó los pasos metodológicos para diseñar y evaluar HATD en el seno del workshop internacional que llevó por títuloEl modelo de toma de decisiones compartida y las herramientas de ayuda para la toma de decisiones en la práctica clínica. Dicho evento tuvo lugar el pasado noviembre de 2015 en el Instituto de Salud Carlos III y contó con la participación de expertos nacionales e internacionales.

Jeanette Pérez explicó que “con la TDC los pacientes pasan de ser espectadores pasivos de su salud a participar activamente en el proceso de toma de decisiones clínicas que les afecta”. Recordó que hay motivos que hacen que el paciente limite su implicación, como son la “inseguridad con la responsabilidad de tomar decisiones aún de forma compartida o la dificultad para recordar los mensajes del clínico”.
Ante esto, los pacientes necesitan apoyo. La doctora afirmó que una manera de resolver estas dudas es “habilitando HATD con contenido informativo sobre la enfermedad abordada y sus opciones de tratamiento, pudiendo incluir también ejercicios de clarificación de valores personales”. De esta manera los profesionales pueden “transmitir información fiable, basada en la evidencia científica disponible, y los pacientes pueden consultarla y tomar decisiones de forma razonada, pudiendo compartir la información con otras personas -como por ejemplo con familiares o amigos- fuera de la consulta”.

Las Herramientas de Ayuda para la Toma de Decisiones (HATD) son “intervenciones diseñadas para ayudar a las personas a tomar decisiones específicas y deliberadas entre varias opciones diagnósticas o terapéuticas, teniendo en cuenta los valores de los pacientes sobre su salud. Para ello, proporcionan, como mínimo, información sobre las opciones disponibles y los resultados esperados sobre el estado de salud de una persona”.

Hay que tener en cuenta que las HATD son facilitadoras de la decisión pero no sustituyen al profesional sanitario. Son instrumentos que pueden favorecer la comunicación entre sanitarios y pacientes y se pueden presentar en múltiples formatos:folletos, cuadernillos, CD-ROM, páginas web o programas interactivos para uso on-line o en consulta.

Las HATD resultan especialmente útiles cuando profesionales sanitarios y pacientes se enfrentan a decisiones sobre las que no existe una única o mejor opción

Independientemente de su extensión o detalle técnico, “siempre han de incluir información sobre los riesgos y beneficios potenciales de cada opción”, remarca la experta, y añade que “su uso puede tener lugar tanto en la consulta como fuera de ella”.

Las HATD resultan especialmente útiles cuando profesionales sanitarios y pacientes se enfrentan a decisiones sobre las que no existe una única o mejor opción, ya sea porque las opciones disponibles presentan un similar balance riesgo-beneficio o porque no se dispone de evidencia científica suficiente sobre cómo intervenir o sobre los resultados esperados.

Eso sí, para que una herramienta de este tipo sea considerada de calidad, debería cumplir con los criterios establecidos por un grupo de expertos de 14 países que se conoce bajo el nombre de IPDAS: International Decision Aids Standards. Estos criterios también están disponibles en una versión breve en español en el ‘Manual con criterios de evaluación y validación de las Herramientas de Ayuda para la Toma de Decisiones‘.

Según IPDAS, la efectividad de una HATD se evalúa en base a dos medidas de resultado: la calidad del proceso de toma de decisión y la calidad de la elección tomada (calidad de la decisión). La primera define en qué medida la HATD ayuda a los pacientes a reconocer que se necesita tomar una decisión; sentirse informado sobre las opciones y sus características; clarificar los aspectos de las opciones que más le importan; discutir objetivos, preocupaciones y preferencias con el profesional sanitario; e implicarse en la decisión de la forma deseada.

La calidad de la decisión define en qué medida la opción finalmente elegida por el paciente es consistente con sus valores informados durante el proceso y con la opción que está siendo implementada.

La doctora Pérez señaló, en este sentido, que el diseño, desarrollo y evaluación de la HATD conlleva un proceso sistemático de trabajo científico donde se incluye tanto la visión clínica y científica como la de los propios pacientes.

Aunque cada HATD estará sujeta a particularidades, la experta destaca algunos elementos comunes durante las fases de desarrollo y evaluación: “En primer lugar, es básico constituir un comité asesor de expertos clínicos y científicos, sin olvidar incluir a pacientes y asociaciones de pacientes, ya que actúan en calidad de expertos de su enfermedad. A continuación, se determinará el diseño y alcance de la herramienta de ayuda: el problema que se va a trabajar, la decisión concreta a tomar, qué necesidades de los pacientes y profesionales sanitarios deben tenerse en cuenta (para lo que se llevarán a cabo entrevistas individuales o grupos focales) y especificar la población diana. Una vez definidas estas cuestiones, se procederá al desarrollo del prototipo, la primera prueba alfa con pacientes y clínicos en un proceso de rondas evaluativas; la segunda prueba beta en condiciones reales (pilotaje de campo); y la elaboración de la versión final para usuarios y/o futuras evaluaciones.

Aunque como comentábamos previamente, existen multitud de HATD dependiendo de su formato y extensión, sería recomendable que las herramientas de ayuda expliquen cómo se espera que se desarrolle la enfermedad sin tratamiento; en qué consiste cada opción de tratamiento; y los beneficios potenciales de cada opción, incluyendo niveles de gravedad y probabilidades asociadas”. En el caso de una HATD enfocada a cribado o detección precoz, además debería incluir la frecuencia de “verdaderos/falsos positivos/negativos de las pruebas diagnósticas y, en caso de confirmación diagnóstica, las acciones de seguimiento recomendadas”.

La doctora destaca que debe prestarse atención a cómo mostrar la información para que no se generen sesgos. Por ello, una herramienta de este tipo debe resaltar de forma equilibrada los aspectos positivos (beneficios esperados) y negativos (potenciales riesgos o efectos secundarios) de cada opción. También debe analizarse el modo de presentar la información.Gracias al uso de HATD, los pacientes alcanzan decisiones de mayor calidad a través de la deliberación con sus especialistas, mejorando el aprendizaje y disminuyendo la carga de estrés emocional que les supone su implicación en el proceso decisional.

Con la celebración de este curso, unido a los estudios que los expertos están llevando a cabo en el territorio nacional sobre toma de decisiones compartida y herramientas de ayuda, se pretende generar conciencia sobre la necesidad de formar a los pacientes en materia de salud y promocionar su participación activa en el proceso sanitario. Además, desde estos servicios quieren animar a los profesionales sanitarios a conocer y aplicar este modelo de relación clínica, donde los sanitarios aportan su conocimiento técnico y los pacientes aportan sus valores y preferencias. Al mismo tiempo invitan y animan a todos los profesionales a desarrollar ayudas a la decisión y a hacer uso de los materiales ya disponibles.