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Cardiopatía isquémica: recomendaciones para activar tu corazón

By 22 febrero, 2021 No Comments

La Cardiopatía Isquémica (CI) es una enfermedad provocada por la arterosclerosis de las arterias coronarias, es decir, las encargadas de suministrar sangre al músculo cardíaco (miocardio). Se trata un estrechamiento de las arterias (estenosis) coronarias, es decir, las encargadas de suministrar sangre al músculo del corazón.

En este sentido, cuando hay una obstrucción coronaria las células del músculo cardíaco no reciben ni los nutrientes ni el oxígeno necesario, manifestándose en forma de dolor torácico. El dolor torácico es uno de los síntomas iniciales que presenta la persona con CI, definido como una molestia o dolor que se origina en el tórax, generando una opresión en el centro del pecho y pudiendo extenderse en ocasiones, hacia el cuello, los brazos (principalmente el brazo izquierdo) o la espalda.  En ocasiones, este dolor puede ir acompañado de síntomas como la falta de aire (disnea), las palpitaciones o ardor.

La CI una enfermedad muy frecuente que aumenta con la edad y afecta a gran parte de la población, siendo la responsable del 47% de los fallecimientos cada año. Entre los factores de riesgo se encuentran: la edad avanzada (mayores de 45 años), factores genéticos, enfermedades crónicas asociadas (diabetes, hipertensión…etc.), niveles altos de colesterol malo o de baja densidad (LDL) y diminución de los niveles de colesterol bueno o de alta densidad (HDL), o el sedentarismo, entre otros. Sin embargo, existen una serie actividades de prevención que las personas con factores de riesgo asociados o aquellas personas que ya han pasado una enfermedad coronaria pueden llevar a cabo para aumentar la capacidad de su corazón.

A continuación, te presentamos algunas actividades generales que puedes incluir en tu día a día para activar tu corazón:

  1. Realiza ejercicio aeróbico: Al empezar el día, estira los brazos suavemente, mueve los hombros y camina despacio. Puedes optar por ejercicios fáciles de realizar, como caminar o nadar.
  2. Escoge las actividades que mejor se ajusten a tus necesidades y preferencias: Utiliza una bicicleta estática si tienes problemas de sobrepeso. Si tus condiciones lo permiten, sube a la montaña, sin superar los 1000 metros de altitud durante el primer año después de tu episodio de infarto.
  3. Controla tu pulso y evita la fatiga: Opta por controlar tu pulso de forma manual en la muñeca o con ayuda de un pulsómetro. Si sientes palpitaciones o fatiga para y pide consejo a tu profesional sanitario.
  4. Aprender a respirar. Cuando se realiza una respiración con el diafragma notamos cómo con cada inspiración el aire presiona el abdomen y llena los pulmones. En la expiración notarás cómo los músculos se relajan.
  5. Realiza estiramientos y entrena sin prisas. Los ejercicios de estiramiento son igual de importantes que el ejercicio en sí, estira para evitar lesiones. Elige los mejores días de entreno para ti, comenzando con 15-20 minutos aumentando de forma progresiva.
  6. Consulta con tu profesional sanitario para que juntos elaboréis un plan de ejercicio. Es importante que consultes con tu profesional sanitario qué deporte puede ser el más adecuado para ti según tus circunstancias personales.

Fuentes:

Portal Clínic Barcelona

Fundación Española del Corazón