En este apartado las personas que participaron nos brindan sus testimonios respecto a las causas de la depresión.
Mientras que algunas personas manifestaron que su depresión estuvo ligada a eventos de tipo personal como una separación de pareja o divorcio, la muerte de un ser querido o la pérdida de trabajo, otras mencionaron como, causas de la depresión, su vinculación con grandes presiones en los ámbitos familiar y laboral o en sus relaciones sociales y de amistad.
Para otros participantes, las causas de la depresión pueden deberse a la propia historia de vida, marcada por grandes dificultades y, en algunos casos, combinada con factores biológicos o hereditarios. Varios testimonios hablan de causas internas como “predisposición genética” o herencia de “caracteres de familia”.
Un grupo de personas cuenta que llevaban años conviviendo con el trastorno depresivo, aunque con síntomas de mayor o menor intensidad, según la época del año o a momentos puntuales en que se agudizaban problemas laborales o situaciones personales y familiares conflictivas.
SÍNTOMAS
Para algunas personas, la depresión aparece como consecuencia de la acumulación de acontecimientos negativos, tales como la pérdida de un ser querido, problemas de salud, estrés o sobrecarga de actividades o responsabilidades. También mencionan cambios estacionales o climáticos, consumo de sustancias adictivas y problemas relacionales, entre otras razones.
Elisa Isabel explicaba que su depresión comenzó después de atravesar un largo período de problemas de salud en su entorno familiar.
“Pues a ver, yo desde que me casé en el 2000, pues claro te cambia muchísimo la vida, porque la vida cambia 100 por 100. Empecé a encontrarme triste cuando llegaba a casa y estaba sola. Porque yo vivía en la casa con mis abuelos; entonces yo siempre que llegaba a casa estaba acompañada. Y empecé a sentirme un poco triste al llegar aquí y la soledad hasta que llegaba mi marido de trabajar. A veces pienso que también, la forma de caer en mi depresión fue como también porque el cargo de mis abuelos era prácticamente mío. Yo, ellos me habían criado, yo había vivido toda mi vida con ellos. Porque mi madre tenía que trabajar para alimentarme. Y yo era todo ¿no? Era la que se tenía que hacer cargo de todo, la que tiraba el carro siempre. Y hay un punto en el que tú dices: “-Yo ya no puedo más, que tire otra persona, tengo que delegar en otras personas porque…”. La misma médico de cabecera me dijo: “-Tienes que salir de esto, que eres muy joven y tú no puedes seguir así”. ¿Sabes? tú no te das cuenta, tú no te terminas de dar cuenta de lo que realmente estás haciendo, sino lo haces por instinto, porque te sale, porque piensas que es tu obligación, porque… y vas bien. El problema es cuando todo pasa. Cuando todo pasa y te das cuenta de que todo esto te ha dejado miles de secuelas. En ese momento yo estaba muy fuerte, yo superé todo eso fuertemente y sin ningún problema, el problema fue cuando pasó todo. Cuando mi marido se puso bien, mi abuela se recuperó, ya pasó todo. Yo trabajaba en aquellos momentos 2 meses sí y 2 meses no. De tele operadora. Y en los 2 meses que dejé de trabajar, ya me empecé a relajar y ahí fue cuando ya empezaron a venir todos mis problemas. Pero yo todo esto lo hacía sin que nadie se diera cuenta. Yo intentaba por todos los medios evitar decir que yo tenía un problema. Le achacaba pues bueno mi padre acaba de fallecer, estoy haciendo actualmente un duelo y no tiene por qué ser otra cosa, simplemente estoy haciendo un duelo por mi padre.”
José Manuel expresa que fueron la disolución de su matrimonio y, más tarde, el fallecimiento de su padre, los causantes de su depresión.
“Bueno, comenzó todo, a base de, de una separación. Y partir de ahí, pues, se me vino todo el mundo abajo. Y entonces yo quise, porque pensé que era un hombre fuerte, quise superarlo todo pero no pude. No era persona, porque las únicas dos personas que me apoyé fue en mi padre y mi psicóloga. Y estuve prácticamente desde Mayo hasta Febrero muy bien, bien relativamente, entre comillas, porque tenía dos piernas como yo le dije a mi psicóloga, pero el mes de febrero falleció mi padre y ahí fue ya… porque me quedé sin consuelo y sin apoyo, porque mi padre…”
José encuentra en su historia de vida las causas de su depresión, especialmente en la etapa de su infancia y adolescencia.
“Entonces, resumiendo, yo no tuve una niñez normal en un ambiente de fraternidad y de cariño. Eran años muy duros, estoy hablando de la post guerra, de los años cuarenta hasta los cincuenta y tantos, que empieza la adolescencia. Entonces, bueno, tampoco recuerdo malos tratos ni violencia en absoluto, sino que la vida era muy dura. Y yo creo que no había tiempo para el amor ni para los afectos. O sea, la supervivencia era el modus vivendi de cada familia. Entonces en este ambiente se crece y, por ciencia infusa, uno va formándose. Pero se va formando con muchas carencias. Entonces, bueno pues, yo como cualquier ser humano, crezco, me desarrollo, empiezo a trabajar, formo una familia, tenemos tres hijos. Y bueno pues, podríamos decir que yo desde que nazco, es como si hubiera montado en el AVE a trescientos kilómetros por hora, que no para en ninguna estación. Entonces vas a trescientos kilómetros por hora viviendo. Llega un momento que el tren se para y el tren se para cuando tengo cuarenta y dos años. Entonces yo ya estoy integrado en un ambiente laboral serio, como es el sector financiero. Es decir yo, pues como empleado, pues, tenía una consideración altísima. De hecho, pues, todos los años recibía un premio, por así decir, a mi labor. Pero de repente pues las cosas se torcieron y yo empecé a perder el rumbo. Unido a todas las cosas que afloran de mi inconsciente, como es, por ejemplo, una insatisfacción en mi vida personal de pareja por falta de comunicación. Resumiendo un poco toda la vivencia, una frustración en la niñez y en la adolescencia…”
Javier asocia su depresión con la enfermedad y muerte de un familiar cercano, pero no puede explicar por qué razones se produce la depresión.
“Bueno, a ver, todo empezó porque yo tenía un primo que le diagnosticaron cáncer, entonces duró poco, duró dos meses, y aquello pues, claro, me afectó, me afectó y a partir de ahí pues yo no me encontraba bien, no sabía qué es lo que me ocurría e iba a urgencias. Todo fue pues al principio de lo de mi primo. Pues mi primo pues desgraciadamente al cabo de dos meses, ya le digo, se murió y entonces a partir de allí fue cuando empezó todo, todo el problema. Sí, porque a ver, la familia pues es corta y de primos solo somos tres, cuando ves que van cayendo y más en una enfermedad así, tenía 52 años, era joven ¿no? y bueno. ¿Y usted por qué cree que se produce, Javier, desde su experiencia, tiene alguna teoría, alguna idea? No, no tengo ni idea, no. Es una cosa que a mí me vino y ahí está, no. No sé, por qué pasa eso no tengo ni idea.”
Algunas personas explicaron que se encontraron ante situaciones que fueron desencadenantes para desarrollar depresión. Pero piensan que también contribuyeron antecedentes familiares o cierta predisposición: factores hormonales, factores personales como el carácter o sensibilidad personal.
María tiene diagnosticada depresión endógena y cuenta que su deterioro anímico comenzó debido a una elevada carga de responsabilidades en su vida laboral y familiar. Ella interpreta que su depresión estuvo causada por la combinación de aspectos de herencia genética y de historia personal.
“Era una suma, es un… más que nada, una suma de acontecimientos, que supongo, que no me eran agradables. O sea, pues eso, del trabajo a la casa, de la casa al trabajo, del trabajo a la casa, de la casa al trabajo. Y no tener ningún otro tipo de, no voy a decir de divertimento, pero de… o de tiempo para mí o de, yo qué sé, o de afectos, o de otras actividades, o de, no sé decirlo ¿no? o de saber vivirlo o de vivirlo de determinada manera o de encontrar un apoyo para hacer todo eso que se me venía encima. Yo creo que fue un acumulo de cosas, de cosas que no supe manejar. Yo no sé si habría incluso familias o tipos de caracteres, tipos de… no de caracteres sino de temperamentos, no sé si de caracteres o de temperamentos o las dos cosas, que tendieran más a la depresión. ¿Pero qué quieres decir con sensible? ¿O sea, es más frágiles? ¿Te refieres a ese tipo de sensibilidad? No más frágiles, no más frágiles, sino, era lo que decía antes. A ver, es que es difícil, con una inteligencia emocional menos o más formada, con más o menos recursos emocionales. Por algo. Entonces a lo mejor, pues… O sea, se mezclaría un poco, como si dijéramos, la química de uno como con el medio de uno. Yo creo que la infancia, el período de la infancia, no sé hasta qué edad, no puedo determinar hasta qué edad. Pero yo creo que la infancia puede determinar muchísimo, aparte de lo químico, lo genético, lo que lleva uno adentro, puede determinar muchísimo la vida posterior de uno.”
Elisa Isabel piensa que sus padres también padecieron depresión en distintos momentos de su vida, aunque en su época no fueron diagnosticados por profesionales de la salud.
“Pues mi madre, yo no sé realmente ¿no? porque yo era pequeña. Pero sufrió una separación y mi madre pasó una depresión. Ella tampoco habla del tema ni reconoce mucho pero sí lo pasó. Mi padre era una persona muy nerviosa, mi padre era una persona que, sobre todo, en sus últimos años tendió mucho a la depresión, entonces hay antecedentes familiares no diagnosticados.”
Myriam considera que su madre siempre ha sido una persona alegre, pero cree que hoy puede reconocer que tenía algunos síntomas de depresión. La ausencia de diagnóstico se debería a las condiciones de vida de esa generación.
“Al principio me comentaba que su madre tuvo depresión no diagnosticada ¿Me comentaba? Sí, sí. Mi madre siempre ha sido también una persona alegre pero ha tenido una vida no muy fácil. Y yo reconozco, ya ha pasado en mi madurez o en mi adultez, empecé a conocer y reconocer síntomas en ella ¿no? Esa mayor introspección o menos deseo de comunicación con el entorno; como que se apagaba ¿no? Es que hace treinta años las cosas eran muy distintas. Y tú, además con tres niños chicos que no te permites ponerte malo ¿no? Lo vas tirando lo mejor que puedes y ya está. Y si vas, bueno es que afortunadamente las cosas han cambiado mucho. Pero antes las cosas estaban complicadas, tú ibas al médico: “- Me siento así” y “-Estás buscando excusas para no trabajar”. Las cosas van cambiando afortunadamente.”
Antonio tuvo una fuerte crisis debido a su separación. En una ocasión anterior había tenido depresión causada por la pérdida del trabajo. Piensa que la depresión puede deberse a muchas razones y que depende del tipo de carácter de las personas.
“Ella me dijo que no me quería, así de pronto, que no me quería. Entonces me derrumbé, cogí una depresión muy fuerte. Que yo, cuando tengo una depresión, yo he tenido una depresión pero esa depresión ha sido por un motivo, no ha sido una depresión porque así me ha dado la gana, ha sido una depresión. A lo mejor soy débil o yo que sé pero es una depresión por un motivo, superé ese motivo y ya está, ya me encuentro bien. Tuve una depresión también muy fuerte pero por motivo, otra vez, porque perdí el trabajo y encima estaba bien con mi mujer, con mis hijos, todo. Y cogí una depresión también muy fuerte. Pero era por motivos de trabajo, porque me encontré que no valía para nada, iba a los sitios y me rechazaban: “-Bueno, no tengo trabajo”. Pero fue una depresión así, hasta que encontré el trabajo y se me quitó, fue dos o tres meses. Yo tengo un carácter muy débil, muy así, que por cualquier cosa me… pero te lo digo, siempre con un motivo, no me derrumbo así. Siempre por motivos, porque perdí el trabajo, por el divorcio. ¿Y usted por qué cree que se produce la depresión desde su experiencia? No me lo había planteado nunca, pero… No sé, eso… Es que depende mucho de la persona también, hay personas que son ¿no? fuertes, porque se divorcian o pasa cualquier motivo y bueno: “-Hay lo que hay”. Pero otro se derrumba por cualquier tontería y no sé, realmente es de cada persona.”
Otras mujeres tuvieron una experiencia de depresión postparto y posteriormente se enfrentaron a una segunda depresión, relacionada con otras enfermedades o con antecedentes familiares.
Para Antonia fue una depresión posparto intensificada por sobrecarga de actividades. Posteriormente sufrió otro episodio de depresión a causa del diagnóstico de cáncer de mama. Piensa que cualquier persona puede tener este trastorno, incluso sin motivos claros.
“Hombre, a mí, la depresión primera, pregunté, dice: “-Esto es depresión posparto”. Que las… no sé si se dice las hormonas o lo que sea, se alteran mucho a la hora del nacimiento de un hijo. Luego, la niña nació con problemas de muchos gases, uno es madre primeriza, la niña no dormía de noche. Tú estás… a lo mejor tú también… según sea uno ¿no? pierdes el sueño, pues, por tanto, estar pendiente de la cría. A lo mejor, en los primeros días tampoco dices: “¡-Yo voy a descansar un ratito!” Yo sé que yo entré ahí en quince o veinte días en perder totalmente el sueño por estar muy pendiente también de la niña, más la alteración que yo tuviera. Y creo que fue por lo que caí en esa depresión posparto. Pues yo creo que también sería como un agotamiento físico porque yo estuve trabajando hasta el momento antes de tener la niña. Siempre que si te gusta dejarte tú casa medio arreglada y dejar todo preparado para cuando viene el hijo a casa. Como que no quieres fallar por ningún lado. Y luego también dicen que las hormonas, a la hora de dar a luz o tal, pues, también como que se disparan o no sé qué. Yo ya no sé si la mía fue superior o se juntó con el agotamiento físico, lo cierto es que yo ya casi, casi, en el hospital, ya estaba llorona. Ya lloraba porque la niña no cogía el pecho, ya todo era tristeza, en vez de esa alegría que ¡Vamos! que yo me suponía era tener una niña. Pues nada, el segundo, me pronostican que tengo un cáncer de mama. Y bueno, a mí no me cayó mal, hombre no te cae bien pero bueno, yo lo llevé muy bien, muy bien. Lo que pasa es que nadie actúa ahí. O te puede dar cuando te lo dicen, o te puede dar en cuando estás en tratamiento o incluso te puede dar una depresión bastante fuerte cuando acabas el tratamiento y has pasado lo que es la quimio y tal. De hecho yo, que he vivido esa experiencia, me doy cuenta que la gente lo pasa muy mal, muy mal, muy mal, no está tratada, no está tratada.”
En un primer momento a Pilar le diagnosticaron depresión posparto. Luego tuvo varias recaídas; entonces acudió a un psiquiatra que le diagnosticó depresión endógena.
“¿Se acuerda qué le explicó? ¿Qué información le dio sobre qué era la depresión posparto? Hombre, la verdad es que aquel primer especialista tampoco me daba mucha explicación. Me decía que era una depresión posparto. Tampoco me explicó mucho. Me dijo que me iría muy bien hacer respiración, controlar un poco la respiración, que eso ayudaba mucho a las situaciones, así, de estrés. Pero vaya, tampoco me explicó demasiado. Conforme pasaron los años y yo tuve temporadas, así, de decaimiento, ya me tocó otro psiquiatra, que es el que tengo ahora en el ambulatorio. Entonces él ya me explicó que, por lo que parecía, era una depresión endógena. Que era algo genético. Mi madre no ha estado medicada pero sí estuvo también una temporada bastante más decaída cuando, pues, a los cincuenta años, algo así también. Pero no ha llegado a tomar nada. Este sí que me habló de la terapia.”
Varios entrevistados explicaron que las causas de la depresión podían atribuirse a un conjunto de situaciones desfavorables interrelacionadas, en algún caso sumado también al consumo de drogas. La depresión también sería causada por la unión de problemas biológicos y la historia personal.
Manuel explica los factores desencadenantes de su depresión, siendo muy joven. Relata conflictos de convivencia y de trabajo, sobrecarga de actividades, poco tiempo dedicado al descanso y a sí mismo y consumo de sustancias adictivas.
“Estudiaba arte dramático. Pero de ahí me empezó todo, que es que quería hacer tantas cosas que no tenía tiempo en todo el día para hacer todo lo que quería. Todo me empezó un poco de ahí. No tenía, absolutamente, ni cinco minutos de tiempo libre para hacer mis cosas, excepto algún fin de semana, si no tenía trabajo, porque normalmente también. A veces, también trabajaba los fines semana, tiempo libre poquísimo. Entonces dormía unas cinco o seis horas al día, no me daba para más. Yo pues no pensaba que eso fuera a ser perjudicial, yo no lo sabía. Dormía cinco horas porque me gustaba vivir así, vivir más y dormir menos, me levantaba temprano y algún día, si quería, si tenía tiempo libre a la mañana siguiente o si tenía el día libre, igualmente me levantaba a las seis y me ponía a hacer cosas. Me perdí un poco por un camino de piedras puntiagudas y muy peligrosas, que si hubiera seguido por allí ahora seguramente estaría igual de amargado que lo que estaba en aquel momento, amargándome por cosas que vienen de fuera y por las de dentro, que era consumo, que yo también tuve de drogas y que me metí en todo esto porque quise. Dejé de tener contacto con los demás amigos porque quise. Al final acabé reconociendo, me costaba pero sí, que no son los demás, sino que era yo el que se estaba equivocando. Es un poco lo que me pasó a mí. Yo me metí ahí porque quise. Entonces también salí porque quise. Evidentemente cuesta más salir que ¿no? meterse en el pozo. Tirarse a un pozo es muy fácil, ahora, salir es muy difícil. Yo la defino como un montón de acontecimientos malos que se juntan en un mismo momento. Que se juntan todos en un mismo momento, no es que pase primero uno y después otros, no, no. Es que se juntan… da la sensación que se juntan casi el mismo día, la misma semana, incluso el mismo mes. Pero se juntan todos, entonces ahí te hunden. Es como varias… no es que te vayan pinchando con un palito, así, digamos, no, sino que te dan un machacazo con un palo enorme, vamos, encima de la cabeza y te dejan tumbado. Es esto, una serie de acontecimientos que se juntan en el mismo momento, yo lo veo como esto.”
Para otras personas, además del conjunto de circunstancias perjudiciales, la sociedad actual también produce condiciones adversas que generan depresión.
Rafael piensa que su depresión fue el resultado de problemas en el trabajo, la familia, los amigos y las dificultades para gestionar estos problemas.
“Hombre, esto no viene de un día para otro, esto viene de muy poco a poco, hasta que te das cuenta yo creo que no sé lo que puede pasar, pero más de un año, cada día se tiene un problema, hasta que te das cuenta que no funcionas y que son muchos, porque yo creo que en mi caso fue un cúmulo de problemas, un cúmulo de cosas y cuando el vaso está lleno se derrocha. Esto yo creo que fue lo grande. Empecé sobre el 90 tenía problemas de todo tipo, pequeños pero hasta que vino un momento que todo se rompió. Y luego tenía problemas aquí, problemas familiares, problemas de amigos, problemas de parejas, y se formó esta bola grande, grande, enorme. En el fondo lo eran ¿no? en el fondo lo eran los problemas, en el fondo la depresión era un caos mental de muchas cosas, porque claro, eran muchas cosas que se habían juntado. El problema del trabajo vino muy… fue un problema que rompió, que culminó el vaso pero es muy difícil explicar. Yo creo que la depresión para el sistema que estamos es muy propenso a dar depresiones ¿no? el sistema que estamos viviendo es muy propenso a dar depresiones, las depresiones algunas veces pueden venir dadas por expectativas no cumplidas, por roturas de pareja, por roturas, yo qué sé. Es que es muy fácil que te venga una depresión, la ruptura de pareja te puede producir un bajón que se puede luego pasar a la depresión.”
Rafael piensa que la depresión se produce por las dificultades de la vida en sociedad.
“Para mí, la depresión, yo pienso siempre que viene, por lo menos en mi caso ¿no? y pero… de la gente que yo de… conozco. Todo es por contrariedades de la vida, de la sociedad. Entonces, yo creo que todas las personas porque tienen problemas con la sociedad, choca con un sitio, la puerta se cierra de un sitio, no se abre en el otro sitio. Eso es lo que yo creo, la sociedad rechaza, para mí, diría así: rechazo de la sociedad.”