El 29 de octubre se celebró el «Día Mundial del Ictus 2023», también conocido como Accidente Cerebrovascular (ACV). Durante la celebración de este día instituciones y asociaciones como la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Federación Española del Ictus, el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) o la Organización Mundial del Ictus, seguidos por el lema “#GreaterThan Stroke”, destacan la importancia de visibilizar y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de implementar una cultura de prevención, ya que la incidencia de ictus a nivel mundial continúa en auge.
Según la Organización Mundial del Ictus, el ictus se origina cuando el aporte de sangre hacia cualquier lugar del cerebro se ve interrumpido. Esto hace que las células que se encuentran en el cerebro no reciban el riego necesario y se produzca un daño de mayor o menor afectación. Atender a los síntomas desde los primeros minutos es un factor relevante, para evitar consecuencias en el tejido cerebral y prevenir un posible daño mayor.
Debido al envejecimiento de la población y los hábitos de vida poco saludables entre los jóvenes, las previsiones según la SEN es que una de cada cuatro personas mayores de 25 años sufrirá un ictus o ACV a lo largo de su vida. Concretamente en España, se estima que el ictus es la causa de muerte más común entre las mujeres, y la segunda más habitual entre los hombres.
Además, el mantener bajo control los factores de riesgo asociados, es una de las estrategias más efectivas para prevenir la mortalidad relacionada con los ACV. Los principales factores son: la hipertensión, la diabetes, el colesterol, la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y una alimentación no saludable. La doctora Mar Freijo, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, destaca que la edad es uno de los factores que más influyente argumentando que el 60% de las personas que padecen un ACV son mayores de 70 años y sólo el 16 % son personas menores de 50 años.
La doctora Mar Castellanos, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la SEN, calcula que en el año 2025 entorno a 1,2 millones de personas en nuestro país habrán padecido un ictus, y que 500.000 tendrán alguna discapacidad por esta enfermedad a pesar de los tratamientos eficaces de los que se dispone en la actualidad.
Con la intención de promover la toma de conciencia sobre la sintomatología asociada a un ACV, la SEN ofrece un listado de cuáles podrían ser los posibles síntomas:
– Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
– Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.
– Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo o visión doble, entre otros síntomas visuales.
– Pérdida brusca de coordinación o equilibrio.
– Dolor de cabeza muy intenso y repentino.
Asimismo, es vital difundir la existencia del “Código Ictus” mediante el cual se activan y coordinan personas y recursos para atender de forma urgente a las personas que sufren un ictus, dándoles prioridad en las urgencias de cada centro sanitario. Este, se puede activar en los números de teléfono de emergencias “112” o “061”.
Enlaces de interés y bibliografía consultada:
Sociedad Española de Neurología
Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC)
