¿Cómo puede el tratamiento psicológico ayudar en el afrontamiento de un cáncer de mama?

De acuerdo con el último informe emitido en 2021 por la Sociedad Española de Oncología Médica, se calcula que en 2020, 32.953 mujeres tuvieron un diagnóstico de cáncer de mama en España. El diagnóstico de cáncer de mama supone un alto impacto emocional, que no sólo afecta a la salud física, sino también a la salud psicológica, causando desconcierto emocional. Desafortunadamente, no todas las personas diagnosticadas, ni su círculo más cercano (pareja, familia, etc.) reciben información suficiente sobre el impacto psicológico y emocional que genera dicho diagnóstico y qué estrategias pueden emplear para un mejor afrontamiento.

En este sentido, si bien el sentimiento de angustia o temor es una respuesta habitual tras recibir un diagnóstico de cáncer de mama, las emociones negativas que perduran o se mantienen el tiempo tras ese momento inicial de diagnóstico, pueden afectar de forma negativa al curso del cáncer, conllevando un peor pronóstico de la enfermedad. Los síntomas como el cansancio, la fatiga, el desconcierto o la preocupación, derivados de ese impacto, pueden acarrear ciertos estados depresivos, ansiosos o estresantes. Como consecuencia de ello, la persona puede presentar dificultades para abordar con éxito las diferentes fases del proceso del tratamiento del cáncer (radioterapia, quimioterapia, cirugía, etc.), así como mantener un rol colaborativo y activo en su propio autocuidado.

A continuación, destacamos una serie de pautas para las personas que han recibido un diagnóstico de cáncer de mama y sus familiares/cuidadores, con el fin de destacar la importancia del tratamiento psicológico y dar mayor visibilidad a cómo éste puede contribuir a un mejor afrontamiento del cáncer de mama:

El diagnóstico del cáncer de mama supone un alto impacto psicológico y emocional. Pregunta a tu especialista cómo buscar ayuda psicológica.
Entender cómo sobrellevar los cambios físicos, emocionales y el nuevo estilo de vida, te ayudará a que el proceso del tratamiento sea menos angustiante.
Aprender estrategias para la resolución de problemas en tu entorno, te permitirá gestionar mejor el miedo, la angustia u otras emociones negativas.
Es posible que las personas de tu círculo más cercano (pareja, familiares, amistades, etc.) desconozcan cómo ayudarte. Invítalas a participar en el tratamiento psicológico.
Mantener un rol activo en la comunicación con tu especialista (oncólogo, radiólogo, etc.) puede ayudarte a obtener mejores resultados en el tratamiento.