El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, una fecha que fue establecida en el año 2000 por la Federación Mundial del Corazón [1] y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el propósito de concienciar a la población sobre la importancia de la prevención, detección temprana, y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares representan la causa principal de fallecimiento a nivel global, cobrando la vida de más de 20 millones de personas anualmente. Entre estas patologías se incluyen los infartos de miocardio, afecciones de las válvulas cardíacas, trastornos del ritmo cardíaco, así como otras razones que desencadenan insuficiencia cardíaca. Por este motivo, la Federación Mundial del Corazón anticipa que, para el año 2030, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible será la reducción en un tercio de la mortalidad prematura causada por enfermedades no transmisibles, incluyendo las enfermedades cardiovasculares [1].
El propósito principal de la celebración de este día se enfoca en informar a la población sobre cómo disminuir las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular desde un enfoque preventivo. Según la Fundación Española del Corazón, se podrían evitar aproximadamente el 80% de los fallecimientos prematuros causados por enfermedades cardiovasculares si realizamos cambios en nuestro estilo de vida [2] hacia un estilo de vida saludable. Estos cambios abarcan aspectos como nuestra alimentación, actividad física, consumo de sustancias dañinas (i.e., alcohol, tabaco, grasas, sal, entre otras) y gestión emocional. De esta forma, podemos ejercer un mayor autocuidado y control sobre la salud de nuestro corazón y prevenir las enfermedades cardiovasculares.
[1] Federación Mundial del Corazón. Día Mundial del Corazón https://world-heart-federation.org/world-heart-day
[2] Federación Española del Corazón
