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La vida antes de la depresión

By 11 noviembre, 2014 mayo 19th, 2020 No Comments

Los participantes de este estudio describen los cambios que percibieron en algunos aspectos de su vida que marcaron un antes y un después: una vida normal- antes de la depresión – y la que vivieron durante la depresión.

A continuación nos comentan que su día a día, su manera de sentir, pensar y hacer en su medio habitual, les advertía que algo había cambiado.

Al referirse al período en que comenzó la depresión describen sensaciones de pérdida o disminución de algunas capacidades con las que contaban antes de la depresión o de ciertas aptitudes para realizar actividades que hasta entonces eran habituales.

Pérdida de alegría, independencia, fortaleza, vitalidad.

SÍNTOMAS

Para describir cómo eran sus vidas antes de la depresión, algunas personas remarcan aquellas características positivas que consideraban perdidas, deterioradas o amenazadas a partir de la depresión. Hoy: tristeza, necesidad de ayuda, irritabilidad y pesimismo. Antes: alegría, independencia, paciencia y optimismo.

Rosina siente que la depresión le ha hecho perder el placer por las cosas de las que antes disfrutaba.

“Yo que soy una persona hiperactiva, trabajadora, me encanta estar con gente, me encantan mis amigos, todo eso, dejé de querer hacerlo. ¿Principalmente, los cambios que viste en tu vida fueron esos? Sí. Exactamente. De ser una mujer que se levantaba todas las mañanas con un ímpetu tremendo, con muchísimas ganas de todo, muy optimista, de pasar a todo lo contrario.”

La percepción de sí misma como una persona fuerte e independiente, le dificultó a Elisa Isabel pedir ayuda cuando comenzaba a percibir la disminución de estas capacidades.

“Yo he sido siempre muy independiente y una persona fuerte y yo no quería hacer daño a nadie de lo que a mí me estaba pasando. Entonces yo me lo guiso y yo me lo como, todo para mí ¿no? Yo tenía mi problema pero yo no quería que nadie detectara que yo tenía un problema. Ya, poco a poco, conforme el problema fue aumentando; fue cuando yo fui comentándole a mi familia lo que me estaba ocurriendo. No tenía ganas de salir, empecé a perder las ganas de salir, las ganas de todo, ya no me sentía tan fuerte como había sido siempre. Dejé de sentirme tan independiente.”

Rafael dice que desde niño, siempre había sido una persona con mucha vitalidad.

“Yo siempre he dormido muy poco, cuando me excito, me excito mucho ¿sabes que te digo? Tengo las neuronas muy… claro, esto es que soy así, esto yo no es que sea una enfermedad ni es que sea nada, es que soy así. Claro, si era así, era así, de niño ya era así, he sido desde joven, claro, muy excitante, muy vital, he sido muy vital, muy vital, muy vital y cuando se disparan las neuronas se disparan y bueno.”

Otras personas, como José, relatan la pérdida del sentido de la vida sin comprender por qué sucedía ese cambio profundo.

“No comprender la vida, es decir, no encontrar un sentido a la vida y conste que en mi caso, pues, tenía un puesto de trabajo extraordinario, una consideración laboral altísima, yo me considero una buena persona, tenía una familia maravillosa, unos hijos extraordinarios.”