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Nutrición e hipertensión arterial

La hipertensión arterial es el aumento crónico de la presión arterial, con valores iguales o superiores a 140 mm de presión sistólica y 90 mm de presión diastólica. La hipertensión arterial puede causar daño en las arterias de todo el cuerpo, originando así complicaciones cardiovasculares como la trombosis cerebral, el infarto de miocardio o la insuficiencia renal. En España, de acuerdo con el estudio Di@bet.es realizado en 2016 con el objetivo de estimar la prevalencia de la diabetes y los factores de riesgo cardiovascular, el 42,6% de la población adulta (mayor de 18 años) es hipertensa, con una mayor prevalencia en los hombres (49,9%) que en las mujeres (37,1%) (Menéndez, 2016).

La presión arterial se puede elevar sin una causa previa conocida, pero también se relaciona con la presencia de algunas enfermedades endocrinas o renales o el consumo de algunos fármacos. No obstante, la hipertensión se puede asociar también con otros factores de riesgo modificables como el abuso del tabaco o el alcohol, la inactividad física, una mala alimentación y un excesivo consumo de sal. El establecimiento de un estilo de vida saludable puede prevenir o retrasar la aparición de hipertensión arterial y reducir también el riesgo cardiovascular. Consulta con tu profesional de salud cómo afrontar un estilo de vida más saludable, según tus necesidades, valores y preferencias.

A continuación, presentamos una serie de recomendaciones que pueden ser útiles para el control de la hipertensión arterial:

  • Sigue una dieta mediterránea. Consume frutas, verduras, lácteos desnatados, cereales integrales y legumbres, y utiliza aceite de oliva como fuente principal de grasa.
  • Reduce el consumo de sal. No añadas sal a tus preparaciones y evita alimentos como cubitos de caldo, sopas comerciales, bacalao salado, bacon, queso azul, jamón serrano, aceitunas, etc.
  • Limita el consumo de grasas saturadas. Su consumo se asocia con un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares. Evita los embutidos, prioriza el consumo de pavo o pollo y trata de no consumir bollería industrial.
  • Aprende a leer las etiquetas. Así podrás comparar alimentos y elegir aquellos que contengan un bajo contenido en sal (menos de 0,5 g por 100 g de producto).
  • Evita o reduce el consumo de alcohol. Se recomienda no consumir más de 30 g de alcohol diarios en el caso de los hombres y 20 g en el caso de las mujeres.
  • No tomes café en exceso. El abuso de excitantes, como la cafeína, puede subir la presión arterial. No tomes más de dos o tres cafés al día.

En el siguiente enlace podrás acceder a una dieta semanal para personas con hipertensión. Se trata de un recurso elaborado por la Fundación Española del Corazón con el soporte de la Sociedad Española de Cardiología. Recuerda que, aunque esta información es adecuada para la mayoría de casos, no reemplaza el diagnóstico y asesoramiento profesional. Consulta con profesionales de la medicina, enfermería y nutrición si quieres obtener información específica para tu caso.

Dieta para la tensión alta – Sociedad Española de Cardiología y Fundación Española del Corazón

Referencias:

Otros recursos de interés: