Skip to main content
Atención sanitaria y tratamientosDepresiónExperiencias de pacientes

Opciones en el tratamiento de la depresión

By 8 diciembre, 2014abril 27th, 2020No Comments

El grupo de personas entrevistadas en este estudio habla de distintos temas relacionados con las opciones de tratamiento al iniciar la atención a su depresión.

En general los profesionales le indicaron o propusieron diferentes caminos u opciones terapéuticas.

SÍNTOMAS

En algunos casos los entrevistados participaron en la decisión de la elección del tratamiento (Toma de Decisiones Compartida). En ocasiones solicitaron o bien optaron por un tratamiento que ya conocían de antemano, como es el caso de la psicoterapia. Los pacientes coinciden en la importancia de los tratamientos personalizados y el seguimiento profesional que facilite el proceso de afrontar y superar la depresión.

A Manuel su médico de cabecera le indicó un tratamiento en base a medicación, pero él decidió no tomar medicación antidepresiva. Aquí nos explica por qué.

“El médico me dijo que tenía que tomar, quizás, antidepresivos y tranquilizantes, la cosa es que yo me negué. No quería tomar eso porque tenía veinte años y no me parecía, no sé, no me parecía lógico, yo no sé qué pensarán otros psicólogos o los médicos pero yo me negué. Me negué y estoy muy contento de haber tomado esa decisión porque si no, quizás, ahora todavía podría estar tomando eso. Experiencias con otros amigos míos que todavía están tomando esto por casos similares al mío, o sea, se acaban haciendo dependientes de este tipo de sustancias. Decidí no hacer un tratamiento, decidí seguir con mi vida y si estaba un poco nervioso estaba un poco nervioso y pensaba que se me pasaría.”

Guillermo destaca que ha sido él quien tomó las decisiones en su tratamiento. Sin embargo, como psicólogo cree que hay dificultades para que el paciente participe en estas decisiones.

“Creo que he llevado las riendas y creo que cada persona independientemente de que tenga un terapeuta referente, lleva las riendas. Depende de con quién esté, depende de muchos factores esto. Uno puede llevar más o menos las riendas en función del contexto, psicoterapeuta, etc., esto es bastante complejo. El sistema por sí no está montado para dejar llevar las riendas, y aquí está el criterio por ejemplo del… el criterio profesional para mí, en ciertos momentos, puede coartar la libertad del paciente. Y creo que ocurre a menudo. ¿Por qué cree usted que ocurre? Porque el sistema, en parte por la misma estructura del sistema y la misma exigencia de funcionamiento: listas de espera, el paciente necesita ayuda y se le aplaza, pues, a meses vista, etc. ¿no? Entonces no tiene la libertad de llevar sus riendas, no tiene la libertad de poder decir lo que piensa sobre su proceso y ser atendido de forma, digamos, inmediata. Es como una parte, o sea, la misma estructura del sistema, el funcionamiento, pues no favorecen esto. Después están los prejuicios que tenemos los profesionales y el prejuicio es que: “-Como yo soy el profesional, esta persona que está delante no tiene ni idea”. Eso se da mucho en psiquiatría y en otras profesiones ¿no? “-Cómo me vas a decir tú que esta pastilla, si yo soy el que… el que sabe de esto, tú lo que tienes que hacer es esto”. Esto es fundamental, otra de las causas. Después el propio paciente está sobre-adaptado a esto, entonces él mismo no encuentra el camino de llevar las riendas, no encuentra oportunidades.”

En aquellos casos en que la persona afectada llega en un estado de deterioro o de crisis que no le es posible participar en la decisión del camino terapéutico a seguir.

Antonia cuenta que llegó en muy mal estado a la consulta y que el médico decidió su tratamiento, porque confiaba plenamente en ellos.

“Cómo he llegado! ¡Vamos como yo he llegado de mal al médico! Y bueno, el mismo médico ha ido decidiendo lo que me va poniendo y además me han ido cambiando algo, yo sé que han acertado, las dos veces, las dos veces que he estado lo han acertado totalmente. Sí. Tampoco pedí yo explicaciones. Porque yo, cuando a mí me mandan un tratamiento, me lo estoy tomando, me está yendo muy bien, no soy de las personas que quieran llegar hasta el fondo de: “-Yo quiero saber”. No, no leo nunca ni los prospectos de nada, porque si lees los prospectos no te tomas nunca una medicación. Como que no presto atención, me da igual que me pongan lo que quieran, lo que ellos vean, me pongo en sus manos, yo siempre me he puesto en las manos de los médicos y siempre me ha ido bien, gracias a Dios.”

Una vez iniciado el tratamiento farmacológico (con medicamentos) varias personas relataron que iban tomando decisiones junto con su médico de cabecera o su psiquiatra sobre la medicación, modificándola o “ajustándola” a medida que iban apareciendo los efectos secundarios o a partir de los resultados obtenidos.

Según Rosina los médicos siempre tuvieron en cuenta su opinión. Ella nos cuenta las modificaciones en las dosis de la medicación.

“¿Crees que los profesionales sanitarios han tenido en cuenta tu opinión en todo este proceso? Claro que sí. Por su puesto, yo las veces que he hablado con el médico mío de cabecera siempre la ha tenido en cuenta, está claro. Y de hecho hemos cambiado dos veces o tres veces de medicamento y me ha reducido, me ha puesto. Sí, sí, y según lo que yo le cuento, sí.”

Ramón también relata que siempre fue consultado por sus médicos. No ha sentido imposiciones en su tratamiento.

“¿Y piensa que los profesionales sanitarios han tenido en cuenta su opinión a la hora de escoger los tratamientos? Sí, diría que sí. Sobre todo esta última etapa ¿No? A parte de algún momento que estaba yo, completamente, que no tocaba ni a cuartos ni a horas, siempre. Sí, lo dicho, si tienes que tomar esto o lo otro, o esto me provoca así o asá, siempre ha sido hablando las cosas con los médicos. Las cosas no se han ido imponiendo, “-Esta es la medicación, abre la boca y te la pongo”. No, no, ha sido siempre una cosa hablada.”

Basados en su experiencia, algunos pacientes comentaron que les hubiera gustado que su médico les hubiera informado sobre todas las posibilidades terapéuticas, tanto farmacológicas como psicológicas, para poder elegir con mayor libertad entre las posibles opciones de tratamiento.
Algunas personas consideran que no han sido partícipes de la elección del camino terapéutico, ya que la decisión ha quedado en manos del profesional que las atendía. También se ha habido situaciones en las que el paciente no estaba totalmente de acuerdo con el tratamiento proporcionado.

María del Carmen dice que no participó en la elección de sus tratamientos. Para ella hubiera sido importante que le realizaran estudios complementarios.

“Y en su momento, cuando fueron las elecciones de los tratamientos ¿Usted cree que le dieron alguna opción de poder escoger algún tipo de tratamiento farmacológico u otro? Nada. “-Prueba este medicamento, es cuestión de probar”, o: “-Prueba este otro”. Y a mí me hubiera gustado que hicieran, que nos miraran algún análisis de sangre, alguna cosa más, yo qué sé. Yo no sé. Alguna cosa, desde luego, tenemos que tener. Y algo se tiene que reflejar en el genoma o en el ADN, así, cosas esas. Yo no lo sé. Pero algo tiene que ser. O alguna hormona… Es que no sé.”

Vicente acudió a su médico de cabecera y considera que no le ofreció alternativas terapéuticas para elegir.

“Y a nivel general ¿Piensas que, en todo este tiempo que has sentido un poquito más la depresión, piensas que los profesionales sanitarios han tenido en cuenta tu opinión al respecto de…? ¿A la hora, digamos, de recomendarte algún tratamiento? No. Llegué, me tocó el tratamiento y se acabó. Las veces anteriores, cuando pasé por psicólogos y psiquiatras, seguían manteniendo la medicación del médico de cabecera, que la veían adecuada y apropiada. No ha habido nada de decir: ‘- Pues ¿Qué te parece si cambiamos el tratamiento?’. Por ejemplo, aquí tengo compañeros que con el tratamiento… Hay una compañera que ha estado con cinco tratamientos probando a ver. Y a lo mejor es que soy muy conformado y sólo con el hecho de cambiarme una pastilla, me siento bien.”

Algunas personas consideraron que no sintieron la necesidad de participar en las decisiones del tratamiento a seguir.

Pilar no ha opinado en las decisiones sobre su medicación y su tratamiento y no tuvo la necesidad de planteárselo a su médico.

“¿Los médicos en algún momento le han dado la posibilidad de optar por más de una posibilidad, digamos, le han dado la posibilidad de elegir tratamientos entre diferentes opciones? No, no, porque como no me he sentido mal. Si a lo mejor hubiera sido “-Oye, que con esto no me siento bien, a ver que me puedes hacer o tal…”. Pues a lo mejor, quizás, pero como no me siento mal, cuando voy, le digo algunas veces “-Cambio de tratamiento, cambia alguna cosa”. Dice: “-¿Si quieres probamos con alguno nuevo?“, dice: “-Pero vamos ¿cómo te estás? ¿Bien?”. Lo único que pasa es que la tarde, que algunas veces es cuando me siento un poco más problemática. Te dice: “-Bueno, voy a darte otro calmantillo a media tarde por si acaso, para quedarte un poco más tranquila”. Porque la tarde es más larga parece que la mañana.”

José Manuel cometa que se le indicó psicoterapia y como estaba conforme con el tratamiento que recibía no se planteó otras opciones.

“Si me hubiese ido medianamente regular o medianamente mal con mi psicóloga hubiese tomado otras alternativas. No le puedo decir porque no he pasado esa barrera, si la hubiese pasado esa barrera, que le hubiese oye mi psicóloga no me da con mi problema o no me da solución a un problema o hubiese estado más de cierto tiempo del que estuve. Pues, me hubiese planteado otra situación pero viendo mi situación, y como ha ido evolucionando, no busqué otras alternativas.”

También encuentran importante que los profesionales (médico/a de cabecera, psicólogo/a o psiquiatra) informe a los pacientes con depresión sobre otros recursos comunitarios complementarios, como los que ofrecen las asociaciones de pacientes y grupos de ayuda mutua (Grupos de apoyo).