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Empoderamiento del paciente ¿Sabes qué es?

Toma de decisiones pacientes

En los últimos años se habla de empoderamiento del paciente como un nuevo concepto asociado a la salud. La doctora Lilisbeth Perestelo, investigadora del Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud (SESCS), nos aclara qué significa: “Este es un concepto desarrollado desde ya hace algunas décadas, asociado al proceso de capacitación y fortalecimiento de la persona o del paciente (empoderamiento del paciente) y sus familiares, con el fin de que puedan participar activamente en los cuidados relacionados con su salud. La idea general es que las personas ganen confianza y protagonismo en el proceso que tiene que ver con los cuidados de su salud. Implica el rol activo del ciudadano respecto a la gestión de su propia salud…y esto supone un cambio paradigmático, pues tradicionalmente el paciente ha ocupado un papel más bien pasivo en relación con los servicios de salud, ya que el paciente se limitaba a ser cuidado, mientras que los profesionales tomaban decisiones en exclusiva y se hacían responsables de los resultados”.

El empoderamiento del paciente implica un cambio de perspectiva y la erradicación de ciertas costumbres muy arraigadas en nuestro sistema de salud. “Y en esta línea…la participación del paciente en la toma de decisiones clínicas está siendo empleada como un medio para promocionar el empoderamiento, la auto-determinación y la autonomía de los pacientes”, recalca Perestelo.

Como ejemplo, la investigadora destaca que “se sabe que ofrecer información a los pacientes puede mejorar el conocimiento, la adherencia al tratamiento, la autonomía en el control de su salud y los resultados de salud”.

Un paciente empoderado es una persona con capacidad para decidir, satisfacer necesidades y resolver problemas, con pensamiento crítico y control sobre su vida. Y todo ello se consigue, en primer lugar, con el conocimiento. Si la información es poder, un paciente empoderado tiene que ser un paciente informado: ha de disponer de las nociones suficientes para entender la enfermedad y su tratamiento.

En este sentido, desde el Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud (SESCS) y la Red de Investigación en Servicios de Salud en Enfermedades Crónicas (REDISSEC) se insiste a los profesionales de la salud que les corresponde “transferir los conocimientos y las habilidades para que el ciudadano sea capaz de escoger entre las opciones que tiene al alcance y actuar en consecuencia. La colaboración del paciente permite personalizar los tratamientos, adaptarlos a las condiciones de vida de cada individuo y aumentar su seguridad”.

Como conclusión, la doctora Lilisbeth Perestelo remarca que “el profesional se tiene que asegurar que el ciudadano entiende correctamente la información y que sabrá utilizarla de manera adecuada. El hecho de compartir la responsabilidad implica dejar que se haga cargo de él mismo con la máxima autonomía y confiar en que será capaz de advertir una incidencia, si se produce, y transmitirla a los profesionales. Además, se ha demostrado que esta postura de confianza en el paciente tiene efectos positivos en su recuperación”.