
Es un proceso que consiste fundamentalmente en una exploración mediante ecografía vaginal para el recuento de folículos antrales y la determinación de la hormona antimülleriana (AMH), la cual es un marcador de reserva ovárica. Además de las analíticas las mujeres debieron desplazarse a los centros de fertilidad para la realización de las ecografías. Hay mujeres que pueden no tener suficiente reserva ovárica como para realizar el proceso de preservación.