Uno de los posibles efectos secundarios de la extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos de la axila (ganglios linfáticos) es la aparición del linfedema.

El linfedema es una hinchazón en el brazo y la mano del mismo lado en que se ha realizado la intervención de la mama, que puede ir acompañada de rigidez, dolor y pérdida de movilidad.

La linfadenectomía axilar consiste en extirpar toda la grasa de la axila. En ella se encuentran diseminados los ganglios linfáticos a los cuales van a parar las células cancerosas de la mama cuando se diseminan. Esta cirugía requiere dejar un drenaje.

El sistema linfático está formado por una red de conductos que durante su recorrido atraviesan unas masas globulosas a las que llamamos ganglios linfáticos; se forman así unas cadenas ganglionares que siguen el trayecto de los vasos sanguíneos. La linfa es el líquido que circula por estos conductos, los cuales van convergiendo y formando una red cada vez de mayor tamaño hasta las venas subclavias, cercanas al cuello.

El cáncer de mama se disemina principalmente por los conductos linfáticos, es por este motivo que es tan importante para determinar el tratamiento más idóneo, tener información sobre su posible afectación. Actualmente, con la realización de la técnica del ganglio centinela (extirpar sólo los primeros ganglios que recibirían el drenaje de la lesión de la mama), ha disminuido el número de casos en que se realiza una extirpación completa de los ganglios de la axila. Tanto si la cirugía de la mama es radical (mastectomía) o conservadora (tumorectomía, cuadrantectomía), puede haber indicación de extirpar todos los ganglios de la axila (linfadenectomía). La extirpación de los ganglios dificulta la circulación del líquido linfático proveniente del brazo, pudiendo provocar la acumulación de la linfa que da lugar a la hinchazón del brazo o linfedema. Las personas que además de la linfadenectomía necesitan la radioterapia en esta zona tienen más riesgo de desarrollar un linfedema.

Los síntomas que sienten las mujeres con linfedema, son:

Sensación de pesadez en el brazo;
Rigidez y tirantez de la piel;
Dificultad en la movilización y flexibilidad del brazo, sobre todo en la mano o muñeca;
Y aumento de tamaño o hinchazón del brazo o la mano.
El linfedema puede aparecer inmediatamente después de la cirugía o incluso meses o años después.

El mejor tratamiento para el linfedema es implementar medidas preventivas, así se recomienda no coger pesos y protegerse para no sufrir traumatismos o heridas en el brazo operado, es decir “mimar” ese brazo.

En caso de inicio de síntomas, no debe esperarse a que el linfedema se desarrolle, ya que cuanto mayor sea, más tiempo se necesitará para volver a la normalidad.

Es importante tener información sobre los ejercicios más adecuados de rehabilitación por fisioterapeutas y realizarlos para evitar o disminuir el linfedema si ya esta instaurado.

La movilización temprana del brazo después de la cirugía es el mejor medio para intentar prevenir el linfedema. También es importante proteger el brazo del sol, ir con cuidado para no hacerse heridas ni darse golpes, no hacer ejercicio excesivo inmediatamente después de la cirugía y no llevar prendas ajustadas.

Las medidas terapéuticas más utilizadas son la fisioterapia (masajes manuales o automáticos), medidas posturales (poner el brazo en alto) y las compresiones (con un manguito elástico). Con estos tratamientos y tiempo se consiguen disminuir la mayor parte de linfedemas.

En este apartado se exponen las experiencias de las entrevistadas en relación con el linfedema.

Haga clic en las fotografías para ver un vídeo con la experiencia narrada.

LINFEDEMA

En este apartado se exponen las experiencias de las entrevistadas en relación con el linfedema.

Nieves narraba la aparición de su linfedema y describía sus sensaciones en la zona del brazo.

“Sí, yo acabé la quimioterapia pues eso, el 7 de enero y el 16 de febrero, no, antes, bueno, por ahí, empecé ya con la radioterapia. La radioterapia no tiene mayor… mayor misterio, todos los días a Pamplona para dos minutos de tratamiento, que te cuesta más quitarte la ropa que… y colocarte en tu molde, que lo que es el tratamiento. Al final me produjo un poco de quemadura en toda la zona y lo que sí que se me complicó fue el linfedema, porque así como cuando empecé con la quimioterapia el brazo lo tenía súper bien, con la radio empecé a notar linfedema y de ahí en adelante ya pues eso, cada vez a peor” “Sí, me duele continuamente, sí, tengo aquí…tengo la parte de aquí que me han dejado como una hipersensibilidad sobrado, y los días que hace mucho calor se me dilata esto un montón y me empieza esto como pum, pum, sabes cuando tienes las piernas cansadas que te… pues esto igual, es bastante molesto y a la noche duermo con un par de almohadas, duermo así. Vamos, que tengo mi brazo (no se entiende), no es un dolor que digas me duele un montón aquí, no, a mí el dolor físico no me asusta, pero esto te acaba machacando la cabeza”

Algunas mujeres no desarrollaron linfedema ni sufrieron cambios importantes, como en el caso de María Josefa que pudo conservar la fuerza y movilidad en su brazo izquierdo.

“Sí, pero la movilidad, vamos al principio desde los primeros días, intenté con el bastidor, como nos dicen, seguí, y luego me puse a tender ropa, como tenía que alzar el brazo, bueno, fue uno de los movimientos, del ejercicio que hice y luego ya digo, que yo he utilizado de siempre el brazo izquierdo, que fue la mama izquierda la que me intervinieron y el brazo izquierdo lo he utilizado siempre mucho, y entonces sigo igual, y me sigo cargando incluso más, que muchas veces me doy cuenta, digo, uy, no tengo que venir tan cargada en el lado izquierdo, pero sigo utilizando, y es que incluso tengo me parece a mí hasta más fuerza, porque de siempre o he utilizado más y entonces lo ejercito más y tengo más fuerza en el izquierdo que en el derecho”

María Isabel siguió una serie de cuidados preventivos para evitar el linfedema.

“Entonces yo cuando ya me dijeron que me iban a dar el alta, me fui a un gimnasio dos meses antes y estuve haciendo aparatos, empecé por lo mínimo y fui fortaleciendo los músculos, entonces cuando yo llegué a los dos meses pues estaba ya fuerte para que no me fuera a afectar el brazo. Yo los ejercicios con el brazo empecé a hacerlos al día siguiente de la operación, que eso es importantísimo porque si no el brazo se te queda inútil, y entonces es cuando pueden venir los problemas, tienes que ir fortaleciendo, por lo menos esa es mi experiencia, poquito a poco y luego yo he hecho todo lo que ha hecho, ha podido hacer una mujer normal que no ha tenido la operación, digamos con los ganglios quitados y todo. Y nunca he tenido linfedema, nada”

Pilar hacía ejercicios de rehabilitación para su linfedema ayudada por una enfermera.

“Sí, no, pero fue, fue una chica de aquí y entonces bueno, pues luego yo conocí a una enfermera que estaba en recuperación en linfedemas entonces, por ella me dijo mira esto está muy bien que te hagas el primer tratamiento que te hacen, es un mes, te dan masajes, te vendan el brazo, que parece que te has quemado…, y un manguito, llevé un manguito bastante tiempo, dice eso está muy bien para que eso drene bien, para que tal, y entonces me hicieron ese tratamiento también, estuve un mes yendo todos lo días” Osea como rehabilitación “Efectivamente, sí”

María Victoria decía que muchas veces se olvidada de tomar precauciones para prevenir la hinchazón o el dolor del brazo, ya sea en casa o en el trabajo (Vida Laboral)

“Sí tuve, tuve, es que al crío muy pequeño le gusta hacerme… me anda mucho en la mano, para dormirse y todo tiene la costumbre de así en los huesos, yo antes estábamos viendo la tele y yo tonta de mí así le dejé la mano y estábamos viendo algo y yo es que ni me ocupé, y de repente me miré, se me puso la mano… pero bueno, fui allí a Cruces y me metieron a la máquina esta de compresión del brazo y bien, y cada cierto tiempo sí que a nada que me descuido que me anda el crío, se me inflama y hace poco en el trabajo también, lo que te decía, que yo no asimilo todavía, hice cosas que no debía de hacer, y todo está un poquito inflamado, entonces es cuándo te das cuenta que dices, jolín, es que no, es que dices que igual… pero que va, haces algo que no tienes que hacer”

Teresa era profesora y tenía dificultades para desempeñar su trabajo ya que realizaba diversas actividades manuales (Vida Laboral)

“Estuve trabajando dos años muy bien, pero claro, yo trabajaba con niños deficientes, con lo cuál yo trabajaba mucho con talleres, hacía muchos talleres de barro, de papel, de actividades, de trabajar mucho las manos y entonces en una de las revisiones el doctor me dijo que qué hacía con este brazo, con el brazo izquierdo, digo pues trabajar, dice y cuál es tu trabajo, se lo conté, dice, se te ha anquilosado la cicatriz y el brazo, dice no puedes seguir haciendo ese trabajo, el brazo de adorno, claro para cuidarle, porque al extraerte todos los ganglios linfáticos pues corres el riesgo de que se te pueda hinchar y tal. Dice, el brazo de adorno, sigues trabajando si quieres pero el brazo no lo puedes usar’

Varias mujeres hicieron sugerencias sobre aspectos que consideraban que podrían mejorar la atención sanitaria en relación al linfedema.

Ester encontró ayuda en una asociación de pacientes con cáncer de mama. Desde su experiencia, consideraba que los servicios sanitarios no disponían de un criterio de atención unificado para las personas afectadas de linfedema (‘Grupos de Ayuda Mutua‘)

“Las afectadas de cáncer de pecho ya te he dicho antes que tenemos un problema con el brazo porque hay muchos problemas de, linfedema, ¿eh? ahora el año pasado, Montse Gironés hizo un libro tratando de unificar todos los centros del Estado en temas de linfedema porque no había un criterio único. Tú ibas a un centro y te hacían un tratamiento, ibas a otro centro, el tratamiento es diferente, ibas a otro centro y no tienen nada, la mayoría de… la mayoría de centros no tienen nada, no hay prevención para el linfedema y yo considero y Ágata (en referencia al Grup Ágata) también a Ágata porque a se ha involucrado en este libro al cien por cien, considero que es un tema muy importante para las afectadas, piensa que nosotras tenemos gente que tiene el brazo realmente mal, que te dan angustia verlo ¿no? porque piensas tiene que doler, no duele, no duele pero sí molesta” (…) “Es un daño colateral de, de la mastectomía, por lo tanto yo creo que es importante que lo tengan en cuenta y es importante que en todos los centros hospitalarios haya un servicio también dedicado a este, este punto porque es un punto más en la enfermedad”

Josefina opinaba que debería mejorarse la asistencia sanitaria respecto al linfedema porque consideraba que le impide a la persona afectada desarrollar algunos aspectos de la vida cotidiana (Conviviendo con el Cáncer de Mama)

“Y yo creo que también ese tema es un poco donde hay que incidir y donde tienen que… yo creo que a ver, que es lo normal, se centran mucho en el tumor, en el cáncer, pero luego todas estas historias son como (no se entiende) y yo creo que hombre, la supervivencia con el cáncer de mama cada vez es mayor, entonces somos mujeres más jóvenes, mujeres trabajadoras fuera de casa, con lo cual el tema de linfedema yo creo que para mí ahora es muy importante, para las mujeres, porque pues te encuentras eso, situaciones en las que no puedes volver al puesto de trabajo y que una incapacidad total está muy complicado conseguirla con el tema del linfedema, incluso con una incapacidad total el dinero que te puede… no sirve para mantenerte, entonces aparte del tema estético, del tema del dolor, del tema… yo creo que ahí habría que incidir bastante más también. Tema de eso, de minusvalía, reconocer la minusvalía”

María José señalaba la necesidad que había tenido como paciente de más y mejor información previa sobre el riesgo del linfedema y sus consecuencias.

“Vamos a ver, la información en cuánto al cáncer me la dieron bien, la información que veo, vamos, que no me la dieron, que no me la dieron sino que yo la requerí, fue cuánto al linfedema, en cuanto a la posibilidad de linfedema y sobre todo lo que le dije yo al médico, ahí al cirujano, es por qué no me había informado antes, que sí me había informado del tipo de intervención que me iba a hacer, posiblemente ahí sobre la mama, pero no sobre la axila, entonces esto es lo que le dije a él, que por qué no me había informado aparte de esto, que tan importante era una cosa como era la otra, entonces porque además deja también ahí una secuela como es el linfedema, entonces en cuanto a la información de linfedema esto es nulo, yo no recibí ninguna información, cuando me iban a poner cada gotero alternativamente me lo ponían en el derecho, en el izquierdo, pero no procuraban de decir, vamos a ver, en el derecho no se te puede poner, no se te puede pinchar porque tienes ahí un riesgo de que aparezca ahí un linfedema, esto nunca me lo dijeron, nunca”

Clara creía que podrían mejorarse los cuidados preventivos y de rehabilitación con ayuda de fisioterapeutas, además de los ejercicios que cada paciente efectúe en casa.

“Sí que me dieron unos papelitos de información de los ejercicios que tenía que hacer en casa, que eso sí que no lo veo del todo bien porque en casa luego no haces las cosas que tienes que hacer, entonces eso sí que, que debería seguir como un procedimiento más de la operación…” E: Como un tratamiento… C: “…obligar a las personas que vayan allí porque todos sabemos que cuando tenemos que hacer una serie de ejercicios en casa lo hacemos un día, nos cansamos y estamos una semana sin hacerlo, a la otra semana lo volvemos a hacer y eso no funciona entonces yo a lo mejor no he tenido problemas pero sí se de mucha gente que han, se les ha hinchado el brazo y ha tenido mucho problema y yo creo que eso no hay que esperar a que se tenga la hinchazón sino desde el primer momento que sales de la clínica, a la semana o cuando ya se pueda empezar ese…eso, por lo menos un mes estar ahí yendo al hospital día a día, ya vamos día a día a darnos un tratamiento, a darnos una radio pues igualmente seguir con un fisioterapeuta que te haga un ejercicio adecuado”